¿Qué peligro entraña la cirrosis hepática?

El hígado realiza muchas acciones vitales para la vida. Procesa nutrientes, produce proteínas, almacena azúcar, controla los niveles de diferentes hormonas en el organismo, el nivel de colesterol en sangre y filtra las sustancias no deseadas. La cirrosis es el punto final de una serie de enfermedades hepáticas que se caracteriza por la sustitución del tejido hepático normal por tejido cicatricial. Esto interfiere con la sangre que fluye a través del hígado y le impide realizar sus funciones antes mencionadas.

Se calcula que la cirrosis causa unas treinta y cinco mil muertes al año, lo que la convierte en la novena causa de muerte en Estados Unidos.

Causas de la cirrosis

A continuación se resumen las causas más comunes de cirrosis, como el abuso prolongado de sustancias alcohólicas y las infecciones por hepatitis B y C.

Abuso prolongado del alcohol

El organismo metaboliza el alcohol principalmente en el hígado. El metabolismo del alcohol produce una sustancia química llamada acetaldehído que ejerce un efecto peligroso sobre el hígado. El hígado tiene cierta capacidad para desintoxicar esta sustancia, pero el consumo excesivo de alcohol durante un periodo prolongado de tiempo provoca su acumulación en el hígado y el desarrollo de cirrosis.

El riesgo de que el abuso de alcohol a largo plazo provoque cirrosis se ha documentado en numerosos estudios.. En uno de ellos, el alcoholismo crónico resultó ser la causa más común de cirrosis, responsable de cirrosis en aproximadamente el 40% de los sujetos incluidos en el estudio. Las investigaciones indican que el abuso de alcohol a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar cirrosis unas 5 veces en las mujeres en comparación con los hombres.

Hepatitis crónica B y C

Las hepatitis B y C crónicas también pueden provocar cirrosis. Las investigaciones indican un aumento reciente de la prevalencia de cirrosis en pacientes que padecen hepatitis B y C crónicas durante la última década.

Cirrosis biliar primaria

La cirrosis biliar primaria se caracteriza por el daño de los canalículos biliares, conductos más pequeños que transportan la bilis. Así, se produce una acumulación de bilis que daña el hígado y causa cirrosis. Afecta más a las mujeres que a los hombres.

Colangitis Esclerosante Primaria

Es una enfermedad hepática que se caracteriza por el estrechamiento, endurecimiento y, en última instancia, obstrucción de los conductos biliares, tubos que transportan la bilis del hígado a los intestinos. La acumulación excesiva de bilis durante un largo periodo de tiempo puede causar daños en el hígado que desemboquen de nuevo en cirrosis.

Enfermedad de Wilson

Es una enfermedad genética que se transmite de padres a hijos. El principal problema es que el organismo no puede eliminar el cobre sobrante, lo que provoca su acumulación en distintas partes del cuerpo. Una acumulación excesiva de cobre puede dañar el hígado y, en última instancia, provocar cirrosis. La buena noticia es que, a diferencia de otros trastornos hereditarios, existen opciones de tratamiento para la enfermedad de Wilson y, con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden llevar una vida casi normal.

Otras enfermedades que pueden causar cirrosis son la hepatitis autoinmune, la fibrosis quística, el déficit de alfa-1-antitripsina, la insuficiencia cardiaca e incluso algunos fármacos que ejercen un efecto tóxico en el hígado.

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